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Enunciado

¿Cuáles son las circunstancias que se deben dar en el fondo documental y en la institución responsable para que sea necesario la creación de un tesauro propio?.

Aportación personal

Hola,

Lo cierto es que las circunstancias que se deben dar en un fundo documental para que sea necesario crear un tesauro propio son muy subjetivas y variadas, dependiendo siempre del centro. No creo que existan unas circunstancias concretas que si se cumplen se debe empezar a crear un tesauro, sino que cada institución debe llegar a ese punto cuando a ellos les haga realmente falta. Hay que tener en cuenta que la creación de un tesauro propio implica la inversión de una gran cantidad de recursos, de modo que no todas las instituciones pueden estar al nivel económico o de recursos humanos que esta acción requiere.

Las instituciones o empresas deberían plantearse la creación de un tesauro en el caso que tengan un fondo documental muy grande, y este tenga una gran variedad temática que no pueda ser tratada por ningún tesauro ya existente.

Una institución que tenga una gran necesidad de identificación y recuperación de su fondo, y no pueda ofrecerlo a través de lenguajes controlados ya existentes, debería plantearse la creación de un tesauro propio. Todos los fondos documentales tienen que estar bien identificador y, sobretodo, ser recuperables por los usuarios, que al fin y al cabo son para los que se ha creado. De modo que si no se pueden ofrecer estos dos servicios de forma satisfactoria, ya sea porque no existe un tesauro sobre la especialidad del fondo, porque los que existen son demasiado genéricos, o demasiado específicos, o por algún motivo no pueden describir todos sus contenidos, se debe apostar por la creación de uno propio.

Normalmente, las instituciones en esta situación son las que tienen un fondo con una temática muy concreta y específica, o contienen una gran variedad de términos ambiguos que pueden crear confusiones a la hora de recuperar los documentos. En estos casos, y siempre teniendo en cuenta los recursos de los que se disponen, tanto económicos como personales, se debería considerar la posibilidad de crear un lenguaje controlado propio, y si es viable proceder a su creación.